El patito feo es la sospecha de un cisne descolocado
Las cualidades del ámbito de Tafalera y Numancia son el resultado de la relación que se ha establecido entre la naturaleza, y los procesos de ocupación y desarrollo de la ciudad descolocada.
La demanda de vivienda, en el auge de la industria del calzado, propició la gestión rápida del suelo con modelos urbanos más indicados para terrenos carentes de topografía, en el caso del barrio de Numancia, y la ausencia de planeamiento en el de Tafalera, donde la acumulación de intereses particulares terminaron dando forma a la agrupación de viviendas existentes. Esta deficiencia de previsión urbana ha tenido como consecuencia carencias de urbanización, favorecidas por la dificultad añadida de la topografía, que han ayudado a preservar el carácter de monte del alto de San Miguel y sobre todo el de Tafalera. Estas colinas no han sido cultivadas, conservan su condición de monte, inmerso en la ciudad que ha crecido alrededor. Esta situación las convierte en un elemento extraordinario, que pone de manifiesto el valor ambiental y patrimonial del territorio sobre el que se asienta la ciudad. A su vez, el trazado del paseo de la Mora, ha producido una discontinuidad de la ladera hasta su llegada al Vinalopó. Esta ruptura ha dado lugar a dos unidades de paisaje diferenciadas, el río y los montes, reforzando su singularidad.
Estos procesos han favorecido el carácter físico de este ámbito, como atractivo reducto de naturalezas de ciudad y que ya no se entienden sin ella, pero han supuesto un fracaso como ciudad en si, inconexa con el resto por la carencia del interés económico que lo generó. La oportunidad para regenerar este ámbito está en esa fortaleza, consolidarlo como el espacio público naturalizado que le falta a Elda. Para este nuevo proceso proponemos como estrategia volver a des/colocar, des/poblar
La banda rosa
Se traza una infraestructura que subraya, pone en evidencia y demarca las colinas del Alto de Tafalera, como monte, reserva de paisaje, y el de San Miguel como paisaje a transformar.
Un elemento urbano, de imagen unitaria, que cose los bordes dando una respuesta especifica a cada situación :
>Conexión con el jardín del Vinalopó.
Una de las principales actuaciones es la apertura hacia el jardín del Vinalopó, que mejora la relación con este ámbito de la ciudad y sobre todo consigue unificar los Altos y el valle en un gran espacio al aire libre preservando el carácter de unidad paisajística diferenciada de cada uno de ellos.
Esta conexión se plantea como una potente apertura, que se abre hueco por debajo del camino de la Mora, y genera un nuevo espacio público de grandes dimensiones a lo largo del barrio de Tafalera, prolongando el espacio de la calle Guillen Tato en una gran plaza que devuelve la escorrentía natural del agua a su camino hacia el río. Un vacío urbano, “la Plaza Rosa” susceptible de ser usado con la variedad de actividades que Elda sea capaz de imaginar.
>Encuentro con los equipamientos, colegio y guardería
Construye el cercado aprovechando la diferencia de desnivel, de modo que visualmente favorece la continuidad y permite albergar una posible ampliación. Se pretende que la nueva delimitación permita dar continuidad al espacio público hasta el interior de estos equipamientos y permitir su uso durante todo el día.
>Conexiones con el alto de San Miguel.
Desde la nueva plaza, “Plaza Rosa” aparece un nuevo trazado de rampas que favorecen la conexión con las cotas superiores. La construcción de estos accesos dan lugar a desniveles que se pueden ocupar con concesiones administrativas, espacios de reunión para las cofradías de moros y cristianos… dar cabida a la asociación. Una de estas conexiones facilita la relación entre la cota más baja y la superior, a la altura del actual depósito de agua, en el Alto de San Miguel. Va jalonando la ladera construyendo las distintas cotas a través de espacios de uso público. Un ascensor permite una subida rápida hasta la cota superior facilitando la accesibilidad y potenciando el uso de los nuevos espacios dotados.
>Ruinas de Tafalera
Los escombros de la demolición del barrio se utilizan para reestructurar cotas.
Las ruinas que se generan en la ladera del alto de Tafalera en el límite con el paseo de Mora, se acondicionan como plataformas rellenando sus muros a modo de parterres eventuales sobre los que se podrán construir futuros equipamientos a demanda de la ciudad, con una edificación que se adapte a los desniveles consolidados con las ruinas-jardín.
>El rosa
Pretendemos buscar una imagen de marca, un elemento potente, ajeno y en cierta medida abstracto que identifique rápidamente que este lugar es sin duda Tafalera y Numancia en Elda.
El rosa sugerido por los tonos de la tierra de esta comarca, y por la posibilidad de combinar pavimentos, tratamientos de muros y vegetación configurando una mancha rosa que envuelve, a modo de ocho el ámbito naturalizado de los Altos.
La vivienda es una potente herramienta para hacer ciudad, la relación de los espacios de transición entre lo público y lo privado construyen lugares de actividad, de relación social. Mejorar las condiciones de estos lugares contribuye a potenciar las relaciones sociales y la vida del barrio.
Se propone una renovación del tejido residencial aprovechando los solares existentes o las numerosas casas desocupadas, en venta en la actualidad. ¿Por qué calificar nuevos suelos en la periferia y abandonar una posición central en la ciudad? Proponemos reciclar con una tipología, que manteniendo la densidad de viviendas, en un ámbito con derechos urbanos adquiridos, minimice la ocupación del suelo a fin de liberarlo como espacio verde. Por lo tanto, la mayoría de las viviendas son de reducidas dimensiones en planta, y se desarrollan por apilamiento en altura de un único espacio equipado en su perímetro de servicios y de una escalera accesible desde el exterior que facilita su acceso a diferentes alturas de la ladera. Estas, se complementan con otras de mayor dimensión, bloques, en localizaciones próximas a edificaciones de mayor escala. Conseguimos una continuidad formal de la ciudad y equilibrar la densidad que el suelo ya tiene consolidada como urbano. Las escaleras y ascensores de estos bloques, funcionan también como conectores a distintas cotas de la ladera con carácter de uso público. Son viviendas- infraestructura ya que los espacios a una misma cota se pueden conectar a través de pasarelas. Además, estas pasarelas, favorecen los accesos, al establecer conexiones a diferentes cotas de la ladera permitiendo acceder desde la calle a diferentes plantas de una misma vivienda. Estas pequeñas torres, intercalan un espacio, abierto en su perímetro, que en el caso de los bloques es además de uso compartido. Estas plazas a cubierto conectan con un espacio público la ladera prolongándolo, fragmentan la presencia de las torres y permiten las vistas a esta cota, lo que minimiza su presencia, en una mirada desde el paseo a pie de calle. En el caso de los bloques sirve además como conector a través de pasarelas para mejorar facilitar el acceso y cubrir la oferta de uso de personas con movilidad reducida.
Visto desde fuera el nuevo barrio intercala estas viviendas con otras preexistentes y sobre todo introduce una mayor presencia de la vegetación en el suelo liberado. Este renovado Numancia, tiende a naturalizarse y a que su imagen desde fuera sea la de una colina poblada de arboles y pequeñas torres vigía que confunden su silueta con la de la ladera.
Estas posibilidades físicas de ampliación en horizontal y vertical de la vivienda permite una mayor diversidad de usos que proponemos compatibilicen residencia con talleres, oficios artesanales de calzado o similar, y pequeños equipamientos, tiendas de barrio que reactiven el barrio conforme se vaya necesitando, según vaya creciendo al aplicar la nueva propuesta.
